SU ALTEZA, EMIR DEL ESTADO DE KUWAIT,
SHEIKH SABAH AL AHMAD AL JABER AL SABAH (QDG)

LÍDER Y EMIR

DE LAS INICIATIVAS Y LAS LABORES HUMANITARIAS

EMB. JULIO CÉSAR PINEDA
EN ALIANZA CON LA EMBAJADA DEL ESTADO DE KUWAIT

El Estado de Kuwait ha forjado para sí mismo, desde su independencia, un enfoque fijo para su política exterior basado en la necesidad de brindar ayudas humanitarias a todos los países necesitados, lejos de las limitaciones geográficas, religiosas y raciales, partiendo desde su creencia y convicción sobre la importancia de la asociación internacional

Es ampliamente reconocida la experiencia que posee Su Alteza Sheikh Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah (QDG) en el ámbito de las relaciones internacionales. La imagen y el nombre de Su Alteza están ligados al Ministerio del Exterior del Estado de Kuwait, y es difícil nombrar los avances del Ministerio, sin nombrarlo a pesar de que ocupó muchos otros cargos anteriormente.

Muchos de los diplomáticos que tuvieron el honor de trabajar con Su Alteza (QDG), recuerdan que realizaba sus labores sin escatimar esfuerzos y de una manera excepcional en pro del avance en las relaciones del Estado de Kuwait con los países amigos, especialmente con los países miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Durante su mandato, logró en el Estado de Kuwait estabilidad política, avanzando considerablemente en el ámbito de la diplomacia basada en el predominio del interés común entre las naciones sobre el bien personal, local o regional, y desde ese entonces, es considerado como un maestro en Política Exterior.

Su Alteza (QDG), jugó un rol importante en la consolidación del Consejo de Ministros del Consejo de Cooperación del Golfo Árabe y con los países del Grupo Europeo, y a través de este consejo, se procedió a firmar un gran número de acuerdos económicos con los países amigos.

La política de Su Alteza no se limitó a la necesidad de encontrar soluciones a las diferencias árabes, sino que extendió sus ambiciones de trabajar por la unidad y la armonía nacional contra las amenazas externas, asegurando siempre que la Cooperación Árabe es la única herramienta para ganar el respeto de los demás países.

Desde siempre, Su Alteza Sheikh Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah (QDG), ha asegurado su condena al terrorismo, mostrándose firme en contra de los que pretenden crear propagandas que sugieren que el terrorismo es islámico y su cuerpo es árabe. El Islam es una religión de respeto y tolerancia.

Su Alteza es el Emir con más participación en eventos de índole nacional, de carácter regional, árabe e internacional, aprovechando la oportunidad de reunirse con los líderes árabes, y es uno de los líderes que más empeño le ha brindado a su trabajo de solventar los inconvenientes entre los hermanos árabes apoyando las iniciativas en favor de los pueblos.

Para Su Alteza, la prioridad es la labor humanitaria, para la cual su sabia y humanitaria visión se ha desarrollado brindando ayudas materiales y morales a varios países amigos, estando siempre al lado de los pueblos afectados por desastres naturales y guerras; su más reciente colaboración en este sentido fue la organización de tres conferencias de los países donantes para socorrer al pueblo sirio y la reconstrucción de Iraq.

Asimismo, el Estado de Kuwait ha brindado ayudas para países en América Latina entre ellos Venezuela, específicamente durante la tragedia del estado Vargas, cuando estuvo al lado del pueblo venezolano brindándole su respaldo.

Por otra parte, Su Alteza ha logrado enlazar al Estado de Kuwait de forma diplomática y estratégica con los países del mundo donde se han instalado más de 95 representaciones entre sedes diplomáticas, consulares y organizaciones internacionales y regionales.

El Emir de Kuwait ha participado en la ejecución de varios acuerdos y con venios, entre los países del Consejo de Cooperación del Golfo, además de tener un rol importante en el respaldo de los asuntos del mundo islámico, así como una participación activa en dar alivio a las penurias de muchos países, y hacer un llamado a la comunidad internacional para asumir sus responsabilidades siempre tocando el tema del sufrimiento de los pueblos del mundo, específicamente en los países en desarrollo sobrecargados de crisis de toda índole.